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Estimado amigo Alter Ego:
Aunque en lo que a la escritura se refiere estoy atravesando una época de aridez manifiesta, no puedo por menos de responder a tu comentario acerca de los libros.
En la vida me fallaron las cosas que yo creía más importantes, pero el libro jamás me falló. Gracias al libro, mi vida ha sido muy activa. He estado en todas partes y he conocido lo mejor y lo peor del espíritu humano. He paseado mi mirada por lo físico y lo metafísico... Los libros. En ellos se hallan los mayores tesoros. Nuestra civilización estaría avanzada más de mil años si a ciertos bárbaros romanos no se les hubiera pasado por el magín la quema de la biblioteca de Alejandría, cuya última directora fue la famosa matemática Hipatía (que será la inspiración de la última película de Alejandro Amenábar). Algunas veces me han preguntado cuál ha sido para mí la mayor catástrofe de la humanidad, y yo he respondido sin vacilar: "la destrucción de la biblioteca de Alejandría". Allí se encontraba compilado todo el saber de la antigüedad, en un formato frágil y perecedero. Es asombroso que los niños estén aprendiendo en las escuelas las matemáticas que se salvaron de los trece libros de "Los elementos" de Euclides. Si no se hubiera perpetrado ese magnicidio hacia los libros de aquella biblioteca, hoy el cáncer, por poner un ejemplo, ya tendría cura. Pero no quedó más remedio que empezar de nuevo y reconquistar el saber que las llamas de la ignorancia redujeron a cenizas.
Me ha emocionado saber el legado que tienes preparado para tus hijos y que no dudo sabrán aprovechar. A veces me pregunto qué habrá sido de la respetable biblioteca que llegó a acopiar don Felipe Lanza. ¿Acaso los ratones estarán dando buena cuenta de ella?
También me emociona que orientes tus estudios hacia la exégesis. Newton, tras haber escrito sus revolucionarios "Principios matemáticos de filosofía natural" dedicó el resto de su larga vida al estudio de la Biblia. En Col 2, 2-3 encontrarás esta cita: "Lo hago para que se mantengan animosos y para que, unidos fuertemente en el amor, lleguen a conseguir toda la riqueza que se encierra en la plena inteligencia de las cosas, y puedan conocer a fondo el plan secreto de Dios, que es Cristo, en quien se encierran todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia".
No olvides, amigo Alter Ego, que los caminos de la verdadera sabiduría son los caminos de la humildad. La verdadera sabiduría huye de la ambición y del afán de reconocimiento. Ya lo dijo el Predicador: "Me he aplicado a distinguir sabiduría y ciencia, de locura y necedad; y he concluido que también eso es caza de viento; porque, donde abunda la sabiduría, abunda el sufrimiento, y a más ciencia, más dolor" (Ecl 1, 17-18). Si amas a Dios con humildad, Él te proveerá de la verdadera sabiduría, pues escrito está: "Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón" (Heb 8, 10). Si los hombres no te ven alardear, Dios hará que te oigan. Dios es verdadero y nada de lo que te estoy diciendo es en vano. Cuando leas o estudies, conságralo a Dios, y Él te alejará de las sendas del reconocimiento humano pero te allegará a su presencia.
Perdona, amigo Alter Ego, si esto te parece la carta de un apóstol. Sólo es la carta de un hombre que no es nadie, un hombre del que casi se diría que está muerto, pero que ama a Dios más allá de su propia comprensión. No pretendo darte lecciones, pero en este escrito no he hecho más que seguir mi inspiración.
No es tarde. No quieras demostrar nada a los hombres y sigue los caminos que Dios te marque... No te han de fallar.
Un atento saludo de tu amigo.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/
Aunque en lo que a la escritura se refiere estoy atravesando una época de aridez manifiesta, no puedo por menos de responder a tu comentario acerca de los libros.
En la vida me fallaron las cosas que yo creía más importantes, pero el libro jamás me falló. Gracias al libro, mi vida ha sido muy activa. He estado en todas partes y he conocido lo mejor y lo peor del espíritu humano. He paseado mi mirada por lo físico y lo metafísico... Los libros. En ellos se hallan los mayores tesoros. Nuestra civilización estaría avanzada más de mil años si a ciertos bárbaros romanos no se les hubiera pasado por el magín la quema de la biblioteca de Alejandría, cuya última directora fue la famosa matemática Hipatía (que será la inspiración de la última película de Alejandro Amenábar). Algunas veces me han preguntado cuál ha sido para mí la mayor catástrofe de la humanidad, y yo he respondido sin vacilar: "la destrucción de la biblioteca de Alejandría". Allí se encontraba compilado todo el saber de la antigüedad, en un formato frágil y perecedero. Es asombroso que los niños estén aprendiendo en las escuelas las matemáticas que se salvaron de los trece libros de "Los elementos" de Euclides. Si no se hubiera perpetrado ese magnicidio hacia los libros de aquella biblioteca, hoy el cáncer, por poner un ejemplo, ya tendría cura. Pero no quedó más remedio que empezar de nuevo y reconquistar el saber que las llamas de la ignorancia redujeron a cenizas.
Me ha emocionado saber el legado que tienes preparado para tus hijos y que no dudo sabrán aprovechar. A veces me pregunto qué habrá sido de la respetable biblioteca que llegó a acopiar don Felipe Lanza. ¿Acaso los ratones estarán dando buena cuenta de ella?
También me emociona que orientes tus estudios hacia la exégesis. Newton, tras haber escrito sus revolucionarios "Principios matemáticos de filosofía natural" dedicó el resto de su larga vida al estudio de la Biblia. En Col 2, 2-3 encontrarás esta cita: "Lo hago para que se mantengan animosos y para que, unidos fuertemente en el amor, lleguen a conseguir toda la riqueza que se encierra en la plena inteligencia de las cosas, y puedan conocer a fondo el plan secreto de Dios, que es Cristo, en quien se encierran todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia".
No olvides, amigo Alter Ego, que los caminos de la verdadera sabiduría son los caminos de la humildad. La verdadera sabiduría huye de la ambición y del afán de reconocimiento. Ya lo dijo el Predicador: "Me he aplicado a distinguir sabiduría y ciencia, de locura y necedad; y he concluido que también eso es caza de viento; porque, donde abunda la sabiduría, abunda el sufrimiento, y a más ciencia, más dolor" (Ecl 1, 17-18). Si amas a Dios con humildad, Él te proveerá de la verdadera sabiduría, pues escrito está: "Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón" (Heb 8, 10). Si los hombres no te ven alardear, Dios hará que te oigan. Dios es verdadero y nada de lo que te estoy diciendo es en vano. Cuando leas o estudies, conságralo a Dios, y Él te alejará de las sendas del reconocimiento humano pero te allegará a su presencia.
Perdona, amigo Alter Ego, si esto te parece la carta de un apóstol. Sólo es la carta de un hombre que no es nadie, un hombre del que casi se diría que está muerto, pero que ama a Dios más allá de su propia comprensión. No pretendo darte lecciones, pero en este escrito no he hecho más que seguir mi inspiración.
No es tarde. No quieras demostrar nada a los hombres y sigue los caminos que Dios te marque... No te han de fallar.
Un atento saludo de tu amigo.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/