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ALDEA DEL REY: Estimado Alter Ego:...

Estimado Alter Ego:

Te llamé amigo con todas las consecuencias, por no llamarte hermano. Desde luego admiro tu formación religiosa, y eres tú quien me ha de dar lecciones a mí. En la realidad, mis méritos académicos son más bien escasos; nadie me llamaría para impartir conferencias, aunque en este mundo virtual paso por un gran sabio.

El único mérito académico de que me puedo preciar es que una vez, en vista de mi soltura con la escritura, me mandaron pronunciar un discurso ante importantes autoridades; el salón se vino abajo con las ovaciones y me solicitaron varias copias del discurso. Recuerdo que los ojos se me humedecieron porque creía que todo eso era un espejismo, que el discurso no podía ser tan bueno. Yo no funciono con la gente, y me azaré bastante cuando vinieron a felicitarme de todos lados. Mientras volvía a casa, contemplé una radiante luna en la bóveda del cielo y me dio por pensar que era Dios quien realmente había escrito el discurso, no el mediocre que en verdad era yo.

Yo creo que no debemos ocultar lo que somos; lo que no podemos hacer, no lo podemos hacer y punto. Mi formación religiosa no ha sido tan rica como la tuya. Todo ha girado en torno a la Biblia. Dispongo de toda una colección de Biblias en sus distintas traducciones, incluso en Inglés, idioma que medianamente domino. El salón de mi casa es presidido por una gran Biblia en un atril. No me interesa pasar por sabio. ¿Para qué necesito aparentar ser sabio si no tengo donde ni con quien demostrarlo? Yo actúo a corazonadas, sin tener nada meditado de antemano. No quiero sobrepujarme por encima de nadie, aunque tal sentimiento te acomete en vista de la soberbia de algunas personas.

Dios es lo mejor de mi vida y mi única ambición. La vida no es tan larga ni tan llena para pretender conquistar las vidas de nuestros semejantes. El corazón necesita una tierra, y Aldea magnetizó el mío; he intentado amar otras tierras donde me han querido más, pero estoy moldeado con el barro de Aldea. Es inútil que gastemos la vida engañándonos a nosotros mismos: yo no soy nadie, pero amo esta tierra.

En fin, espero no haberte confundido demasiado. Mi correo, bastante ocupado por cierto, es del dominio público:

jdelasnubes@gmail. com

Quedo a tu disposición.

Un atento saludo.

El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/