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Lo que yo no veía muy claro, amigo Camino, es que de la noche a la mañana, sin que muchos hubiéramos oído hablar en la vida de ese señor, van y le hacen hijo predilecto, le ponen una placa en su casa natal y encima le dedican la principal dependencia hábil del ayuntamiento para su ateneo. Encima se le veía tan contento de que le fueran dando cepillo y me daba la impresión de que iba alentando su repentino endiosamiento.
Al margen de la política, yo creo que en estas cuestiones se ha de andar camino lentamente, te ha de conocer el conjunto de la gente de la calle y de tu pueblo, se ha de ser humilde, se ha de ir escalando poco a poco la cumbre... En este caso yo aprecié que muchos no sabían quién era este señor y de buenas a primeras lo pusieron subido al pedestal aldeano, haciéndose de repente omnipresente y laureado por doquier, muchos (entre ellos yo) sin saber exactamente por qué. Eran tiempos en los que la información fluía muy deficientemente, y acaso de ahí tuviera yo mi suspicacia y mi visión un tanto deformada del asunto. Yo observaba que nadie le oponía al principio reparo alguno, presas de extraña fascinación, y si pedía que había que hacer ciertas actividades, se hacían, sin reparar en el dinero que pudieran costar. Las arcas de Aldea no podían mantener ese tren de actividades costosas (habilitación de infraestructuras, pago de actores y músicos foráneos, autocares al castillo, etc), y al final todo se desbarató con la misma rapidez con que se formó. Aldea precisa entretenimiento y cultura, efectivamente, pero sin dejar aparcadas otras necesidades más acuciantes, como yo entonces percibía que estaba sucediendo bajo esa hipnosis colectiva.
Yo no niego los méritos que este señor haya podido acopiar en países de ultramar, pero pienso que la cultura no se hizo para conseguir fines propios sino para servicio de la humanidad. Es una apreciación personal que tenía y aún tengo, y pido perdón si me equivoco, porque tampoco conocí el fenómeno en sus raíces más profundas. Era mi opinión como simple ciudadano de a pie y con cierto entendimiento de la psicología que subyace a la idolatría y a las técnicas de manejo y manipulación de las masas.
Esto es una opinión, lo repito, y no un juicio a un señor que merece mis respetos aunque no comparta sus puntos de vista de entonces.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com
Al margen de la política, yo creo que en estas cuestiones se ha de andar camino lentamente, te ha de conocer el conjunto de la gente de la calle y de tu pueblo, se ha de ser humilde, se ha de ir escalando poco a poco la cumbre... En este caso yo aprecié que muchos no sabían quién era este señor y de buenas a primeras lo pusieron subido al pedestal aldeano, haciéndose de repente omnipresente y laureado por doquier, muchos (entre ellos yo) sin saber exactamente por qué. Eran tiempos en los que la información fluía muy deficientemente, y acaso de ahí tuviera yo mi suspicacia y mi visión un tanto deformada del asunto. Yo observaba que nadie le oponía al principio reparo alguno, presas de extraña fascinación, y si pedía que había que hacer ciertas actividades, se hacían, sin reparar en el dinero que pudieran costar. Las arcas de Aldea no podían mantener ese tren de actividades costosas (habilitación de infraestructuras, pago de actores y músicos foráneos, autocares al castillo, etc), y al final todo se desbarató con la misma rapidez con que se formó. Aldea precisa entretenimiento y cultura, efectivamente, pero sin dejar aparcadas otras necesidades más acuciantes, como yo entonces percibía que estaba sucediendo bajo esa hipnosis colectiva.
Yo no niego los méritos que este señor haya podido acopiar en países de ultramar, pero pienso que la cultura no se hizo para conseguir fines propios sino para servicio de la humanidad. Es una apreciación personal que tenía y aún tengo, y pido perdón si me equivoco, porque tampoco conocí el fenómeno en sus raíces más profundas. Era mi opinión como simple ciudadano de a pie y con cierto entendimiento de la psicología que subyace a la idolatría y a las técnicas de manejo y manipulación de las masas.
Esto es una opinión, lo repito, y no un juicio a un señor que merece mis respetos aunque no comparta sus puntos de vista de entonces.
El jardinero de las nubes.
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