El Tribunal islámico aplaza indefinidamente los azotes a la joven que bebió cerveza en público25 Agosto 09 - Bangkok/Putrajaya - Efe/Reuters/Ep Compártelo: El tribunal islámico de Malasia que condenó a una modelo musulmana a ser azotada por beber una cerveza, ha suspendido indefinidamente la aplicación del castigo, indicaron hoy fuentes oficiales.
La ministra para Asuntos de la Mujer, Familia y Desarrollo de la Comunidad, Shahrizat Abdul Jalil, indicó en conferencia de prensa, que el tribunal islámico del estado de Pahang ha decidido revisar la pena impuesta a Kartika Sari Dewi Shukarno, por "demasiado dura y desproporcionada con la falta".
Por su parte, el primer ministro de Malasia, Najib Razak, pidió a Kartika, madre de dos hijos, que no fuera tan "servicial" y presentara un apelación contra la sentencia.
"Creo que las autoridades judiciales son sensibles a este problema y se dan cuenta de las implicaciones que acarrea este caso. La persona afectada debería apelar a las autoridades federales y no ser tan servicial como para aceptar el castigo", dijo el primer ministro malasio, en una rueda de prensa.
Kartika, de 32 años, se ha negado hasta ahora a apelar contra la condena de seis latigazos con una vara de ratán, en aplicación de la ley islámica o "sharia", que prohíbe el consumo de alcohol a los musulmanes.
"Quiero terminar con esto cuanto antes y continuar con mi vida", ha dicho esta mujer, casada con un singapurés y residente en la ciudad-estado.
Antes de anunciar que revisará la sentencia, el tribunal islámico de Pahang indicó que el cumplimiento del castigo había quedado aplazado al menos hasta que concluya el Ramadán, a mediados del próximo septiembre.
La decisión fue adoptada el pasado lunes a última hora, después de que tres funcionarios acudieran a casa de Kartika Seri Dewi Sukarno para trasladarla a una prisión de Kuala Lumpur para recibir los latigazos.
Kartika iba a ser la primera mujer en recibir un castigo semejante en Malasia, país de mayoría musulmana cuyo Gobierno desea transmitir una imagen internacional de moderación.
La pesadilla de Kartika comenzó el once de diciembre de 2007, cuando asistió junto varias amigas a una sala de fiestas situada en un hotel de la región de Pahang, donde la Policía la detuvo por beber una cerveza.
La ministra para Asuntos de la Mujer, Familia y Desarrollo de la Comunidad, Shahrizat Abdul Jalil, indicó en conferencia de prensa, que el tribunal islámico del estado de Pahang ha decidido revisar la pena impuesta a Kartika Sari Dewi Shukarno, por "demasiado dura y desproporcionada con la falta".
Por su parte, el primer ministro de Malasia, Najib Razak, pidió a Kartika, madre de dos hijos, que no fuera tan "servicial" y presentara un apelación contra la sentencia.
"Creo que las autoridades judiciales son sensibles a este problema y se dan cuenta de las implicaciones que acarrea este caso. La persona afectada debería apelar a las autoridades federales y no ser tan servicial como para aceptar el castigo", dijo el primer ministro malasio, en una rueda de prensa.
Kartika, de 32 años, se ha negado hasta ahora a apelar contra la condena de seis latigazos con una vara de ratán, en aplicación de la ley islámica o "sharia", que prohíbe el consumo de alcohol a los musulmanes.
"Quiero terminar con esto cuanto antes y continuar con mi vida", ha dicho esta mujer, casada con un singapurés y residente en la ciudad-estado.
Antes de anunciar que revisará la sentencia, el tribunal islámico de Pahang indicó que el cumplimiento del castigo había quedado aplazado al menos hasta que concluya el Ramadán, a mediados del próximo septiembre.
La decisión fue adoptada el pasado lunes a última hora, después de que tres funcionarios acudieran a casa de Kartika Seri Dewi Sukarno para trasladarla a una prisión de Kuala Lumpur para recibir los latigazos.
Kartika iba a ser la primera mujer en recibir un castigo semejante en Malasia, país de mayoría musulmana cuyo Gobierno desea transmitir una imagen internacional de moderación.
La pesadilla de Kartika comenzó el once de diciembre de 2007, cuando asistió junto varias amigas a una sala de fiestas situada en un hotel de la región de Pahang, donde la Policía la detuvo por beber una cerveza.