Es hora de pedir perdón a todos los que en el
camino he herido, molestado, desairado. A los que tenían derecho a esperar una respuesta y no se la dí, a los que necesitaban una palabra de aliento y me quedé con ella. A los que encontré tirados en el camino de la vida, desesperados, tristes, vacíos de Dios y de ilusión, y pasé de largo porque tenía mucha prisa. Quiero pedirles perdón.
Deseo dormir en paz la última
noche del año y despertar con el alma renovada para emprender la nueva jornada de
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