La Pava se iva y atrás se quedaba el blanco
caserío de
Alhambra.
Me dió como un momento de tristeza, de pena; pues , tal vez, pasarían varios meses antes de que decidiera mi regreso.
Tomó el autobús la
carretera de
la Solana y atrás quedó el cerro querido con mis querencias...