La vida de nuestro
santo continúa con sus ayunos, mortificaciones, oraciones. Pero aún no se siente satisfecho, y se retira a un lugar más apartado. Casi otros veinte años vivirá allí. También llegarán discípulos ansiosos de aprender de él. Se ha convertido en una leyenda. La fama de sus milagros, de su doctrina, de su austeridad... Llega a todas partes.
Pero Antonio no es un hombre que huya de los demás. Quiere estar solo para encontrarse mejor con Dios. Por eso, acudirá a Alejandría, en tiempos
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