Su color fluctúa de un ámbar claro a un castaño oscuro dependiendo de su origen. Cuanto más oscura es la miel, más rica en minerales y vitaminas B y C. Por ello, se hace especial hincapié en su uso para personas anémicas y convalecientes, como revitalizante y para aumentar la hemoglobina. Cuanto más clara es, más rica en vitamina A.