EL TREN DE LA VIDA
La vida no es más que un viaje por tren: repleto
De embarques y desembarques, salpicado de
Accidentes, sorpresas agradables en algunos
Embarques, y profundas tristezas en otros. Al nacer,
Nos subimos al tren y nos encontramos con algunas
Personas las cuales creemos que siempre estarán con
Nosotros en este viaje. ¡Qué importa haber sufrido, si ya no hay soledad!
¡Qué importa haber llorado, si hoy ríe al caminar!
Sus lágrimas secaron las Manos de su Dios, y en perlas se tornaron de valor espiritual. Buscaba, en el Camino, la Luz de la Verdad.
Buscaba, en el Camino, la Gran Fraternidad.
Buscaba un Cielo Puro que lo ha de cobijar, bajo un colchón de estrellas que a él lo alumbrarán.
Buscaba, el Caminante, el Sendero de la Paz; su sed se apaciguaba al beber de la Verdad. Los dinosaurios han vuelto
Regresan los feroces Velociraptores, para acosar a sus presas humanas.