Los colores cálidos son el escarlata, el rojo, el naranja, el amarillo y el limón, tienen la acción de estimular el sistema nervioso autónomo simpático, es decir, sobre aquellas funciones que se realizan que requieren una gran actividad como son la aceleración de los latidos cardiacos, la dilatación de los bronquios, la liberación de glucosa por el hígado, la dilatación pupilar, pero inhiben los procesos.