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ALHAMBRA: ALHAMBRA MEDIEVAL El esplendor del que gozó...

ALHAMBRA MEDIEVAL



El esplendor del que gozó Alhambra en época romana perduró durante la Edad Media. De época visigoda son diversos objetos y materiales constructivos encontrados en los alrededores de Alhambra y, sobre todo, en la necrópolis de Las Eras.
En la provincia excavaciones arqueológicas recientes de enterramientos similares. Algunos casos son Villanueva de la Fuente, Viso del Marques, Fuencaliente, Villamayor de Calatrava, Puertollano, Oreto, Puebla del Principe o Malagón. Algunas colecciones de particulares depositadas en el Museo Provincial de Ciudad Real también han aportado datos sobre enterramientos de este momento; es el caso de las cerámicas y objetos de adorno personal procedentes de Porzuna, Argamasilla de Calatrava, Villanueva de la Fuente, Santa Cruz de los Cáñamos, Fontanarejo y Alhambra. En el mismo Museo, aunque ya no procedentes de colecciones particulares, hay otros elementos arqueológicos similares, como son una placa con decoración vegetal (Villarrubia de los Ojos), una pilastra de mármol (Daimiel) o un fragmento de piedra con decoración vegetal (Granátula de Calatrava).
El abundante material que la excavación sistemática de la necrópolis de las Eras ha dejado al descubierto permite afirmar que, a pesar de la crisis general de finales del mundo romano y comienzos del visigodo, Alhambra contaba con un nivel demográfico importante.
Aunque de la fase musulmana de Alhambra se conservan menos vestigios, elementos tan importantes como son su nombre y su Castillo surgen en ese momento.
El vocablo de Alhambra procede directamente del árabe (al-hamra;la roja)_ ligeramente romanceado_ y califica el color rojizo de las areniscas sobre las que se asienta.
Por su parte, el castillo es del tipo "montano", con una superficie de unos 100 m2, . Se alza sobre el cerro situado al sur del pueblo, " a un tiro de ballesta", adaptándose perfectamente al terreno y siendo su planta ovalada. Carece por completo de estructuras constructivas externas al castillo, a excepción de un pequeño muro que protege el camino de acceso en su último tramo. Ese camino estaba pavimentado con grandes piedras. A pesar de su estado actual de ruina se conserva en pie con todos sus parámetros. La construcción es de piedra, con argamasa de cal y canto y revestida de mampostería fina. Los catorce lienzos de muralla tienen una anchura próxima a los dos metros; en uno de sus recodos se abre la puerta bajo un arco apuntado y entre dos fuertes torreones.
Dada su importancia histórica y su estado actual de abandono, sus propietarios deberían acometer, tal y como obliga la ley, su consolidación y conservación sin demora ( articulo 36 de la Ley de Patrimonio Histórico Español).