Y, viendo que cansadas las cabalgadura y con los huesos molidos no podrían avanzar un legua más, decidieron dar pie a tierra y reposar los sus cuerpos dolorientos en las pardas tierras cercanas a la llamada Alfambra ó Alhamra que así le llamaban a aquella curiosa población asentada en la cima de un cerro.
Había en el lugar un chozo de esos de pastores que tenía en su interior un camastro, no muy bien aderezado, pero suficiente para el descanso y el cobijo y, decidieron entrar en él, no sin antes darse un buen trago de agua de un arroyo que por allí pasaba y tomar algo de alimento del zurrón del escudero...(seguirá).
Había en el lugar un chozo de esos de pastores que tenía en su interior un camastro, no muy bien aderezado, pero suficiente para el descanso y el cobijo y, decidieron entrar en él, no sin antes darse un buen trago de agua de un arroyo que por allí pasaba y tomar algo de alimento del zurrón del escudero...(seguirá).