Antiguamente el arroyo de Alhambra tenía una hermosa arboleda, dando a la vega un entorno de Arcadia feliz ó de pequeño Paraiso.
Las mujeres ivan a labar a los remansos que se hacían en el arroyo, a modo de represas. Dada la distancia desde el pueblo hasta la vega, era habitual llevarse una borriquilla que puediera cargar con los cestos de la ropa recien lavada. También se aprovechaba, a veces, para llevarse de sus huertos alunas hortalizas, que en aquél tiempo tan abundante eran; pues se trabajaba más en su cultivo.
(Podría ser esta ídilica imagen recuerdos de un pasado, tal vez más feliz).
Las mujeres ivan a labar a los remansos que se hacían en el arroyo, a modo de represas. Dada la distancia desde el pueblo hasta la vega, era habitual llevarse una borriquilla que puediera cargar con los cestos de la ropa recien lavada. También se aprovechaba, a veces, para llevarse de sus huertos alunas hortalizas, que en aquél tiempo tan abundante eran; pues se trabajaba más en su cultivo.
(Podría ser esta ídilica imagen recuerdos de un pasado, tal vez más feliz).