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Migas
En una sartén con suficiente aceite para que las migas no se peguen, se fríen los tres dientes de ajo, que se sacan cuando estén dorados y se reservan para añadirlos a las migas más tarde.
En el mismo aceite, se echan el chorizo y el tocino, cortados en trozos más bien pequeños (de 2 a 4 centímetros) limpios de pieles. Cuando se hayan sofrito, se agregan los ajos y el pimentón y se moja todo con un vaso de agua aproximadamente.
A continuación, se agrega el pan, cortado primero en rebanadas y luego en trocitos (de 1cm), dándole vueltas para que las migas se vayan empapando del líquido y queden bien rehogadas. Se les añade sal y cuando el guiso esté seco, se aparta de la lumbre sirviéndose las migas bien calientes.
En una sartén con suficiente aceite para que las migas no se peguen, se fríen los tres dientes de ajo, que se sacan cuando estén dorados y se reservan para añadirlos a las migas más tarde.
En el mismo aceite, se echan el chorizo y el tocino, cortados en trozos más bien pequeños (de 2 a 4 centímetros) limpios de pieles. Cuando se hayan sofrito, se agregan los ajos y el pimentón y se moja todo con un vaso de agua aproximadamente.
A continuación, se agrega el pan, cortado primero en rebanadas y luego en trocitos (de 1cm), dándole vueltas para que las migas se vayan empapando del líquido y queden bien rehogadas. Se les añade sal y cuando el guiso esté seco, se aparta de la lumbre sirviéndose las migas bien calientes.