No hay alimentos que alcanzaran más difusión en los siglos XVI y posteriores que aquellos que se mencionan en la Biblia y en "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha", pues, no en vano, estas dos obras han sido las más leídas hasta el siglo XX y el queso manchego cobra identidad propia en la obra de Miguel de Cervantes. Muchas veces habla el escritor sobre el queso de La Mancha.