(cuarta parte y última) del Romance QUE CUENTA LA HISTORIA DE UNA MUCHACHA QUE VIVIO EN EL PUEBLO Y QUE LA LLAMABAN "LA MANZANA"
Un gesto de cabeza, levemente
Le daba la noticia, estremecida
Combatiendo al enemigo bravamente
En un mal día se le fué la vida
¿Donde vas hermosa mía?
Al otro lado del pueblo
A esperar a mi novio
Que de la guerra no ha vuelto
La Manzana le esperaba
Allí, frente del castillo
Al ladito de las piedras
Que parecen un morito
Allí, ella encaramada
Tejía y destejía el hilo
Cual Penélope amada
En busca del buen amigo
!Algún día vendrá!
Decía de esta manera!
Y su mente se turbaba
Sin darse cuenta siquiera
Y llegaron las calores
Del Verano muy sequito
Le siguieron los temblores
Del Invierno heladito
Y llegó la noche eterna
Y el sueño la encontró
Se abrazó a la tierra
Y allí solita se quedó
En una fría mañana
Apenas que amaneció
Llegó el sepulturero
Y el solito la enterró
Así se acaba la historia
De esta niña alambreña
Que faltandole el marido
Ella volvió a la tierra.
Epílogo: Cuando voy a mi pueblo (Alhambra) nunca, pero nunca, dejo de hacer una visita al Novio de la Manzana.
¿Acasp no habéis reparado, que, inconscientemente, al dar la curva, donde comienza la cuesta de "Las escarrilás", frenáis un poquito y miráis hacia las piedras del Novio la Manzana?.
Desde aquí, un sencillo homenaje a esta preciosa muchacha que no resignandose a perder a su futuro marido, dio su vida en una locura de amor.
JULIAN ROBLES VILLAMAYOR.
Un gesto de cabeza, levemente
Le daba la noticia, estremecida
Combatiendo al enemigo bravamente
En un mal día se le fué la vida
¿Donde vas hermosa mía?
Al otro lado del pueblo
A esperar a mi novio
Que de la guerra no ha vuelto
La Manzana le esperaba
Allí, frente del castillo
Al ladito de las piedras
Que parecen un morito
Allí, ella encaramada
Tejía y destejía el hilo
Cual Penélope amada
En busca del buen amigo
!Algún día vendrá!
Decía de esta manera!
Y su mente se turbaba
Sin darse cuenta siquiera
Y llegaron las calores
Del Verano muy sequito
Le siguieron los temblores
Del Invierno heladito
Y llegó la noche eterna
Y el sueño la encontró
Se abrazó a la tierra
Y allí solita se quedó
En una fría mañana
Apenas que amaneció
Llegó el sepulturero
Y el solito la enterró
Así se acaba la historia
De esta niña alambreña
Que faltandole el marido
Ella volvió a la tierra.
Epílogo: Cuando voy a mi pueblo (Alhambra) nunca, pero nunca, dejo de hacer una visita al Novio de la Manzana.
¿Acasp no habéis reparado, que, inconscientemente, al dar la curva, donde comienza la cuesta de "Las escarrilás", frenáis un poquito y miráis hacia las piedras del Novio la Manzana?.
Desde aquí, un sencillo homenaje a esta preciosa muchacha que no resignandose a perder a su futuro marido, dio su vida en una locura de amor.
JULIAN ROBLES VILLAMAYOR.