ALHAMBRA: RECORDANDO LA APARICIóN DE LA VIRGEN DE FáTIMA (contado...

RECORDANDO LA APARICIóN DE LA VIRGEN DE FáTIMA

(contado por Lucía)



Sábado 13 de octubre de 1917 (sexta aparición)

Salimos de casa bastante pronto, contando con las demoras del camino. Había gente en masa (70.000 personas), bajo la lluvia torrencial. Mi madre, temiendo que fuese aquel el último día de mi vida, con el corazón traspasado por la incertidumbre de lo que podía ocurrir, quiso acompañarnos.

Por el camino, las escenas del mes pasado, más numerosas y conmovedoras. Ni el barro de los caminos impedía a la gente arrodillarse en actitud humilde y suplicante.

Llegados a Cova de Iría, junto a la encina, llevada de un movimiento interior, pedí al pueblo que cerrasen los paraguas para rezar el rosario. Poco después vimos el reflejo de luz y en seguida a la Virgen sobre la encina.

Lucía -¿Qué es lo que usted me quiere?

Virgen - Quiero decirte que hagan aquí una capilla en honor mío, que soy la Señora del Rosario, que continúen rezando el Rosario todos los días. La guerra esta acabándose y los soldados volverán pronto a sus casas.

Lucia - Tenía muchas cosas que pedirle: si curaba a unos enfermos, si convertía a unos pecadores, etc.

Virgen -Unos, si; otros, no. Es preciso que se enmienden; que pidan perdón de sus pecados.

Y tomando aspecto más triste dijo la Virgen:

-Que no ofendan más a Dios Nuestro Señor, que ya está muy ofendido.

Y abriendo sus manos las hizo reflejar en el sol, y en cuanto se elevaba continuaba el brillo de su propia luz proyectándose en el sol.