He leido el libro EL EMBRUJO DE ALHAMBRA y me ha gustado. Sin embargo hay algunas cosas que dan lugar a malas interpretaciones, en mi opinión. Por ejemplo, cuando los santos fueron sacados a la calle y quemados por las masas enfurecidas debido a los acontecimiento que se habían producido poco antes, el 18 de julio de 1936, la Virgen de Fátima no existía aún en el pueblo de modo que mal pudieron quemarla; además, la Andrea joven, como muchos otros alhambreños, observarían estupefactos aquel lamentable especáculo pero callarían ante él por que lo verdaderamente importante en aquellos momentos era la vida en peligro de sus seres queridos, por culpa de una guerra que ellos ni habían querido ni comenzado. En cuanto al milagro de San Antón, magnífica estatua esculpida en piedra por un buen profesional perteneciente, seguramente, al sindicato de escultores, quiero decir que un buen milagro hubiera sido evitar aquella guerra, el cancer, el hambre en el mundo, etc.
El nombre de nuestra sierra no es Seirra de la Mancha, pues el topónimo que figura en todos los mapas del Mundo, es Sierra de Alhambra.
De todas formas, a pesar de estas y otras objeciones encontradas a lo largo del libro, reconozco el trabajo realizado por la autora y la felicito.
El nombre de nuestra sierra no es Seirra de la Mancha, pues el topónimo que figura en todos los mapas del Mundo, es Sierra de Alhambra.
De todas formas, a pesar de estas y otras objeciones encontradas a lo largo del libro, reconozco el trabajo realizado por la autora y la felicito.