HISTORIA. El nombre que distingue a esta pobl., parece indicarnos su origen; y el que anteriormente tuviera podría ademas ofrecernos una conjetura de su antigüedad; pues sin duda fueron los celtas quienes la denominaron Sisapo, que equivale a mina: aun en francés se dice saper por minar, y entre nosotros mismos se conserva la raíz céltica de este nombre con igual aplicación en el verbo zapar; mas puede inferirse de Vitruvio que fue casi contemporáneo de Estrabon, anteriores ambos a la era cristiana, que la mina de Almadén se descubrió en su época. Llevábanse entonces sus minerales a Roma, como tendremos después ocasión de decir: su proximidad a la región habitada por los celtas, en la Beturia, la hubo de dar el nombre Sisapo, con el cual la conoció Estrabon; y el cultivo de sus venas debió ser lo que trajo a ella sus primeros pobladores. En el Itinerario Romano figura ya como mansión militar en el camino que, desde Mérida conducía a Zaragoza, debiendo suponérsela capacidad y comodidades bastantes a la permanencia de los pretores y sus ejércitos. Conforme con su origen, ha debido ir siguiendo la mayor fertilidad de las venas que se hubieron de presentar: de aqui la variedad con que se discurre sobre el primitivo asiento de Almadén; pero no debe ser atendible conjetura alguna que obligue a buscarlo fuera de la región de la Beturia Túrdula, donde estaba enclavada, ni a otra dist. de Laminium, cuya sil. es conocida, que las 100 millas expresadas en el Itinerario; no como Rodrigo Caro quo llegó hasta el desp. de Mover, cerca de Morón, para fijar la ant. Sisapo, designada también por aquella dist. en Almadén mismo. Los árabes convirtieron en este aquel nombre, llamándola Hisn-Almaden, que se interpreta Fuerte de la Mina, cuyo nombre ha conservado hasta hoy incorrupto. El genio pacífico de sus hab. ha hecho que no figurase en la historia militar de la Nación hasta las últimas guerras; y el mayor o menor aprecio que en las diferentes vicisitudes que esta corriera, se ha hecho de las venas de sus minas, ha regido siempre su fortuna. Obtuvo el título de v. en el año 1417. En los primeros dias del mes de enero del año 1810, ocupaba á Almadén una división mandada por D. Tomás de Zarain, de donde tuvo que retirarse en 15 del mismo, acometida por el mariscal Víctor, quien con el primer cuerpo de ejército se posesionó de ella, para penetrar en Andalucía por el camino de la Plata. En 24 de octubre del año 1836, vino sobre esta v. el jefe carlista Gómez, formalizando su asedio en dos horas: estaba Almadén débilmente fortificada, aspilleradas sus murallas, y circundada de zanjas; los carlistas lograron invadirla por la parte de E. y S. el mismo día por la tarde: sin embargo, el inglés Flinter y el gobernador D. Manuel de la Puente y Aranguren, sostuvieron sus embates hasta las 9 de la noche que se retiraron a dos fuertes construidos para último apuro: tanto el inglés como el gobernador, cada uno en su fuerte, dieron muestras de gran valor: los carlistas para atacarles iban horadando los tabiques de las casas, y pasaban de unas a otras; pero advertido Gómez, que por las bóvedas de la igl. podía ofenderles con gran ventaja, mandó abrir algunas troneras por el ala del tejado; los sitiados al verse en aquella disposición, no pudieron menos de capitular, siendo el primero Flinter, y luego tuvo que seguir el gobernador; entregándose a Gómez 1,767 hombres cuasi todos movilizados de Extremadura y la Mancha. Los carlistas cometieron en la v. algunos excesos, saqueando e incendiando casas; se apoderaron de los fondos públicos, de víveres y caballerías, o inutilizaron algunas minas llenándolas de agua. Volvió a ser atacada en el año 1838, por las fuerzas del carlista D. Basilio. Es patria del pintor Juan Cabezalero.
* Diccionario Geográfico – Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.
* Diccionario Geográfico – Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.