Esto forma parte de las fiestas, lo entendamos o no, y asustándonos cuando el que se pone delante de la vaquilla es alguien querido, pero afortunadamente y dentro de lo que yo se no ha pasado todavia nada de lo que podamos decir que fue una desgracia. Asique a vivir las fiestas, que hay que ver como pasan, sales el viernes por la noche y cuando te das cuenta estás ya el martes por la tarde (o el miercoles, porque para esto no hay prisa) limpiando la casilla.