No se trata ni de peras ni de manzanas, sino de saber contentar en lo mejor posible a todo un pueblo, que se muevan el concejal de cultura, o la hermandad, o el alcalde, y hablen con quien tengan que hablar y den los pasos pertinentes hasta conseguir ese dia de puertas abiertas, que es lo que el pueblo desea para poder ver el baritel. Erramte.