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ALMADENEJOS: HISTORIA DE UN MINERO DE ALMADENEJOS (CIUDAD REAL)...

HISTORIA DE UN MINERO DE ALMADENEJOS (CIUDAD REAL)

Su no muy prolongada estancia vital (1906-1962), le cundió para extraer lo mejor, y concentrar la bondad, la entrega, la dedicación, la superación, la belleza interior, de entre tanta maldad, envidia, intereses, privilegios, etc... propias del ser humano.

Fue mi Abuelo Gabino un ser nacido en Almadenejos, en los prolegómenos del siglo XX, al que se le destinaba una vida llena de obstáculos y dificultades.

Tuvo en cambio la suerte de contraer matrimonio con una hermosa, fiel y trabajadora Mujer, que le proporcionó una Hija única, mi Madre, cuya meta en la vida ha sido quedarse únicamente con las buenas enseñanzas y sentimientos de ambos principalmente, en favor del aprendizaje de los valores que la rodean para su traslado a los seres queridos.

Mi Abuelo ingresó en la Mina de Almadén en 1925, y como "barrenero" en el frente de ataque o "Arranque", entregó sus fuerzas y capacidad y expuso su vida como tantos, para gloria y beneficio de estas minas, y de este Estado. A las duras labores ejercidas bajo tierra, añadió siempre la defensa de sus compañeros.

Siendo un importante cargo del Partido Socialista, surgió la Guerra Civil Española.

Por otra parte, en su cargo como Concejal del Ayuntamiento de Almadenejos, nunca abandonó su puesto; ni siquiera cuando se proclamó ganador el bando contrario a la política establecida hasta entonces, permaneciendo incluso físicamente en las instalaciones municipales y ondeando la bandera blanca para que no bombardeasen el pueblo, cuando yá se conocía la llegada de las tropas de Franco. Y a fin de cuentas había sido elegido por el pueblo, y a él se debía.

Ello le costó que inmundos e innobles personajes, que no parecían paisanos del pueblo, aunque lo fueran, por las injurias y chivateos que provocaron, consiguiesen acusarle y que le condenasen, en principio incluso, a la pena máxima, como a otros pobres desgraciados que así cayeron en la Cuesta de los Muertos y algún otro lugar. En su conciencia habrá residido a lo largo de todos los años de su vida.

Se libró de este ajusticiamiento porque su hermano Andrés pertenecía al bando ganador (le pilló haciendo la mili) y medió con los mandos provinientes de otros lugares, para evitarlo.

Aún así, en Septiembre de 1939, mi abuelo probablemente pensó que el mejor desenlace habría sido el anterior, dado lo que se le venía encima.

Le ocurrieron los siguientes percances, nunca deseados ni para el mayor enemigo:

- Le despidieron de su trabajo en la Mina, alegando cuestiones relacionadas como "Depuración Política", catalogada como grave en su expediente laboral y haciéndole por ello renunciar a todo derecho.

- Le mandaron a un campo de concentración, situado en el Norte de la provincia de Burgos (Valdenoceda), que nada tenía que envidiar a los más destructivos generados por los alemanes nazis, en la 2ª Guerra Mundial. Hasta él llegaron sólo algunos de los pasajeros que embarcaron en los vagones destinados a animales, porque el frío por las noches, el calor insoportable por el día en una vía muerta, la falta de comida y la sed, se hacían con sus esencias vitales.
Una vez en Valdenoceda morían de inanición o de frío, en los barracones habilitados, o fuera de ellos; porque no les suministraban ni calzado para salir a la nieve, utilizando trapos como tal. Por comida recibían un par de veces al día un caldo infesto y oscuro, en el que proliferaban, criaban y nadaban los insectos de todas las especies más repugnantes.

-Afortunadamente, pudo salir de allí sin perecer como otros muchos compañeros, pero su nuevo destino era la cárcel de Carabanchel, en Madrid, donde además de ser tratado como un reo más, se agravaba su situación, por ser político. Se le añadían los trabajos forzados en el Valle de los Caídos, donde utilizaron su capacidad para las voladuras y el despiece manual de las rocas.
Su entrega y conocimientos como Minero le facilitaron una calidad de "buen comportamiento" que permitió que durante tres días pudiera venir a verle la familia a Madrid. Lo hicieron mi Abuela y mi Madre, tras sufrir penurias innumerables para su viaje a la Capital. De no ser por la decisión innata de mi Abuelo en correr a abrazarlas, jamás hubieran pensado que aquél hombre tan demacrado, escuálido y pálido, era el que añoraban y querían. Y al que venían a ver.

-Yá desde hacía tiempo, su mujer e hija, habían quedado al amparo de la familia y de su propio esfuerzo, siendo ayudadas por todos los seres queridos y ayudando a todos. Su hija, mi _Madre, tuvo que abandonar el pueblo e irse a vivir con su Tía (hermana de mi Abuelo) que trabajaba para el ferrocarril, en un pueblo de Toledo (URDA).

Tras ocho años de penurias y calamidades, mi Abuelo fue por fin liberado, debido a su buen comportamiento. Se utilizó el documento que lo referenciaba, para su reingreso en la Mina, aunque yá había perdido todos sus derechos en la misma.

Posteriormente, en la reanudación de su trabajo en la Mina, tuvo además la desgracia de accidentarse en un derrumbe de una galería, quedando atrapado por la propia entibación, hasta ser rescatado. Ello le provocó una cojera que le duró hasta su muerte.

Con todo esto no quiero promover la hoy llamada "Memoria Histórica", de la cual no soy partidario, porque opino que reavivar las situaciones desgraciadas no favorecen el bienestar ni la felicidad de los que ahora hemos de convivir.

Así nos ha educado mi Madre, con la premisa de priorizar la tolerancia, el respeto y la predisposición a entender y ser entendidos, sin rencillas o rencores que provoquen de nuevo estas situaciones, que estoy seguro que mucha gente las vivió desde ambos bandos y con diferentes percepciones.

El único delito que cometió mi Abuelo fue defender los derechos de todos los que le rodeaban, hecho que pagó muy caro, y que tuvo repercusiones negativas para su familia y predecesores.

Murió joven por las secuelas que esos castigos y la dureza de la propia mina le habían causado.

CARTUCHO.