Qué bonito el Baritel y su entorno, aunque esté un poco abandonado.
Yo lo recordaba más lejos del pueblo, pero cuando estuve, hará una par de años por allí, sentí una enorme emoción, los olores a jara y eucaliptos, sobre todo el de jara me apasiona, conservo todavía una ramita que cogí y que aún huele y ¡ME ENCANTA!.
La entrada al pueblo con el paseo que se ha hecho en honor a la Virgen del Rosario y la Puerta de Almadén, y la plaza con el monumento a la fiesta de la bandera, bueno disfruté muchísimo con esa visita, aunque tengo que decir que el edificio que se ha construido entre la casa de mi tía Paula y la Iglesia, no me gustó ni me gusta nada. Yo lo veo un pegote en una plaza tan grande y espaciosa, aunque eso sí, muy empinada, más de una vez la bajé rodando.
Eché de menos la Casa-Cuartel de la Guardia Civil, aunque ha quedado bien como se ha aprovechado el espacio ahora.
El tiempo lo cambia todo, unas veces para bien y otras no tan bien, pero ya se sabe: renovarse o morir.
Carmensín.
Yo lo recordaba más lejos del pueblo, pero cuando estuve, hará una par de años por allí, sentí una enorme emoción, los olores a jara y eucaliptos, sobre todo el de jara me apasiona, conservo todavía una ramita que cogí y que aún huele y ¡ME ENCANTA!.
La entrada al pueblo con el paseo que se ha hecho en honor a la Virgen del Rosario y la Puerta de Almadén, y la plaza con el monumento a la fiesta de la bandera, bueno disfruté muchísimo con esa visita, aunque tengo que decir que el edificio que se ha construido entre la casa de mi tía Paula y la Iglesia, no me gustó ni me gusta nada. Yo lo veo un pegote en una plaza tan grande y espaciosa, aunque eso sí, muy empinada, más de una vez la bajé rodando.
Eché de menos la Casa-Cuartel de la Guardia Civil, aunque ha quedado bien como se ha aprovechado el espacio ahora.
El tiempo lo cambia todo, unas veces para bien y otras no tan bien, pero ya se sabe: renovarse o morir.
Carmensín.