Sí todas me suenan, y algunas conozco, veamos, Mochuelos, me la refería mi padre por haber ido a por carbón con los carros, si miráis las fotos de Almadenejos veréis a mi padre y su carro, y las calamidades que pasaban. El Pingano Alto, viví de pequeño un mes después del accidente de los albañiles, (recuerdo que murieron dos mozos) con mi amigo Timoteo y sus hermanas, Gloria y Vale. De Jaralejos conocí a vertila y su hermano. De Cañaveras a mis primos Pedro, Antonio y Miri. <En fin que algo conozco.
Y ahora contaros a los dos compadres el día de hoy, Empezare por decirle a Cartucho que renuncié a disputarle el plátano a la pintora y me fui con mi merienda al Valle de la Cueva a terminar una plataforma que le estoy haciendo a las colmenas, el Valle de la Cueva, lo digo por el niño, esta situado al norte de Almadenejos pasado el río, es una solana donde decía mi padre que vendían ropa por que siempre hacia buena temperatura, desde mi terreno se divisaba: todo el cerro del Manzaire, la sierra de la Cerrata, y mas cerca el Morreton, las fincas: El Peñoncillo, el Cerro de los Santos, la Panera, las Navas, Castilseras, también se ven las vías del tren, la huerta de Quintin, y os juro que en mis pensamientos después de Araceli os tenia a los dos, rodeado de ovejas y sus cencerras, disfrutando de mi trabajo y del día tan esplendido que ha hecho si bien está todo muy seco, la hora de la comida me la indicaron una bandada de grullas que se dirigían al norte y se pusieron a dar unas vueltas en forma de saludo justo encima de mi para luego continuar su ruta, bueno que pensaba que lo habríais pasado bien, mejor dicho que los tres abríamos disfrutado de todo lo que me rodeaba, y sentí que os lo perdierais.
Y ahora contaros a los dos compadres el día de hoy, Empezare por decirle a Cartucho que renuncié a disputarle el plátano a la pintora y me fui con mi merienda al Valle de la Cueva a terminar una plataforma que le estoy haciendo a las colmenas, el Valle de la Cueva, lo digo por el niño, esta situado al norte de Almadenejos pasado el río, es una solana donde decía mi padre que vendían ropa por que siempre hacia buena temperatura, desde mi terreno se divisaba: todo el cerro del Manzaire, la sierra de la Cerrata, y mas cerca el Morreton, las fincas: El Peñoncillo, el Cerro de los Santos, la Panera, las Navas, Castilseras, también se ven las vías del tren, la huerta de Quintin, y os juro que en mis pensamientos después de Araceli os tenia a los dos, rodeado de ovejas y sus cencerras, disfrutando de mi trabajo y del día tan esplendido que ha hecho si bien está todo muy seco, la hora de la comida me la indicaron una bandada de grullas que se dirigían al norte y se pusieron a dar unas vueltas en forma de saludo justo encima de mi para luego continuar su ruta, bueno que pensaba que lo habríais pasado bien, mejor dicho que los tres abríamos disfrutado de todo lo que me rodeaba, y sentí que os lo perdierais.
