Tiene que ser muy frustrante, PARA UN VIGILANTE DE PLAYA, CON PROBLEMAS DE PROTAGONISMO, estar subido todo el día en la torreta, afilándose las uñas, esperando su oportunidad, aguantando el solitero, posando su figura escultural, y que no ocurra nada, (ESTO NO PUEDE SER DICE, ME TENGO QUE LUCIR, PARA ESO ME PREPARO, Y ADEMÁS ME TENGO QUE SENTIR FELIZ) lamentable la actitud del socorrista/o, que para lucirse, salta de su torre, corre luciendo su torso de gimnasio, y va en auxilio del tranquilo bañista, que disfruta con su baño, y le rescata, el Bañista agradecido, le da las gracias y un abrazo, el vigilante, se retira contoneándose, luciendo su torso, y sintiéndose feliz, ¡POR FIN LA ESPERA MERECIÓ LA PENA!