ALMADENEJOS: ASPIRANTES A RICOS....

ASPIRANTES A RICOS.

Hace 6 años me regalaron dos cachorros de perro, tenían 3 meses, se criaron en un amplio jardín, donde no les faltaba de nada, siempre tenían la comida en su cacharro grande, nunca comían con ansia, no tenían necesidad, sabían que no les faltaría y que nadie se la quitaría, solo comían cuando lo necesitaban para mantenerse fuertes y poder jugar correteando el jardín, su único trabajo, no vivían para comer, comían para vivir y eran felices.

Un mal día a “Troski” le dio un infarto cuando jugaba conmigo y se murió, mi tristeza no tenia ni punto de comparación con la de su hermano “Liste” no se recuperaba, temerosos de que no lo superase, tomamos la decisión de adoptar una perra para que le diera compañía, y nos dirigimos a Puertollano, en la perrera había muchos perros abandonados por sus antiguos amos, pidiendo ser adoptados, se les notaba en sus ojos en la manera de miraste, pedían sobretodo cariño, escogimos a una perra (“Clara” de nombre y pelo,) por su parecido con “Troski” mismo color, mismo tamaño y mismo comportamiento cariñoso, pero también con muchos traumas, el animal había sido también maltratada y había permanecido un año en la perrera, aprendió la supervivencia lógica de estar con muchos compañeros y comida racionada, una vida totalmente distinta a la de su nuevo compañero “Liste”. No consigue adaptarse a la nueva vida ni disfrutar de ella, Liste, comparte todo con su compañera y la mira muy extrañado, sin entenderla cuando coge un hueso lo esconde y se tira todo el día protegiéndolo para que no se lo quiten, no es feliz y lo tiene todo.

Este comportamiento, es también muy genérico en el ser humano. El aspirante a rico se comporta peor que el rico de familia, simplemente por sus carencias y vivencias, no quiere compartir la mierda que tiene y se tira toda la vida sentado en ella para que no se la quiten, aunque nadie se la quiera quitar, era mas feliz cuando no tenia nada, la del perro del hortelano: ”ni come, ni deja”.

Nota del autor: Por favor, esto es absolutamente genérico, que nadie se ofenda ni se sienta señalado, en ese genérico estoy hasta yo.