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ALMADENEJOS: También hubo guardagujas. Almadenejos ha sido un pueblo...

También hubo guardagujas. Almadenejos ha sido un pueblo muy ferroviario.
Guardagujas
Se denominaba de esta forma al empleado que tenía a su cargo el manejo de las agujas en los cambios de vía de los ferrocarriles, para que cada tren ocupara la vía correspondiente. Los guardagujas recibían las órdenes del jefe de estación para la maniobra de las agujas y señales. Sin embargo, para la conservación del mecanismo, dependían del ingeniero de vía y sus empleados. Debía comunicar a su superior cualquier anomalía en el cambio y se ocupaba de cuidar, limpiar y engrasar el aparato. Disponía de un banderín y farol para hacer las convenientes señales a los empleados del tren y, sobre todo, debían señalar siempre precaución en el sentido de las puntas de las agujas. Nada sabían de cuestiones como la rentabilidad del transporte ferroviario o de la calidad del servicio prestado, pero sí eran conscientes de que su misión era hacer que los trenes llegasen a su destino. La jornada ordinaria promedio podía situarse en 12 horas diarias, situación que compartían con los fogoneros, jefes y subjefes de estación, factores, vigilantes mozos y demás dependientes del ferrocarril. El rigor de laborar en el mantenimiento de la vía implicaba estar expuesto a la dureza de las condiciones meteorológicas (calor, frío, lluvia o nieve). El desgaste por realizar un trabajo continuado a cielo abierto tenía como consecuencia un envejecimiento prematuro y, por ende, una muerte anticipada.