Calle del Colegio

La casa de D. Bernardo Oviedo, nos muestra su fachada de finales del siglo XVI, presenta sobre el dintel un gran arco que cobija el escudo del propietario: una banda sujeta por dos cabezas de dragón y dos estrellas (que constituye el escudo familiar de los Oviedo) junto al capelo y los cordones con borlas que indican la dignidad eclesiástica del capellán. Sobre las columnas que enmarcan la fachada, leones rampantes que sostienen el escudo de la familia Oviedo.

Situada en la esquina de la Calle Franciscas, tiene de una fachada renacentista, en cuyo dintel hay unas águilas con cola que se transforma en una voluta en S en el centro. Corona la fachada una ventana adintelada, flanqueada por dos columnas rematadas por dos amorcillos. Sobre el dintel, en el interior de un frontón triangular, rodeada por una columna de laurel, una F. El interior conserva un patio cuadrangular, porticado, de estilo renacentista.

la portada de acceso al convento de la Encarnación, consta de dos cuerpos; el primero, edificado en el siglo XVI, está formado por un sencillo arco de medio punto que configura un falso alfiz. El segundo cuerpo se construye en el siglo XVIII, cuando el Conde de Valdeparaíso es nombrado patrono del convento, por lo que dona una cantidad de dinero para el reparo de la iglesia y la construcción de su retablo mayor, está decorado con el bellísimo escudo de los Condes de Valdeparaiso.

Actualmente no queda más que la portada barroca, del siglo XVIII. La portada presenta un peculiar frontón, donde aparecen los escudos de la Corona, de Almagro y de la Orden de Calatrava

Fue fundado por la familia Figueroa, formó parte de un antiguo convento de montes Agustinos Recoletos, quedando del mismo solamente la iglesia. Es considerada como la obra cumbre del barroco en la provincia de Ciudad Real.

Cuando en algunos sitios de este país y algunos grupos denigran la bandera constitucional, la que los representa a todos, es gratificante encontrar lugares donde con orgullo la izan.

Lugar testigo mucho de la historia de nuestro teatro, que nos recuerda la importancia que las representaciones tenían en una época en la que abundaban los grandes escritores, los teatros existían en numerosas poblaciones y a la gente les gustaba asistir a las representaciones teatrales.

Candiles que iluminaban los espectáculos nocturnos y que dado el combustible utilizado y la estructura de madera del teatro, en ocasiones, se producían peligrosos incendios.

Ciudad interesante de visitar, con muchas casas nobles, iglesias, plaza, conventos y corral de comedias que nos da una idea de la importancia de su pasado.

Una gran iglesia.

Grandiosa y alargada plaza, presidida por el edificio del Ayuntamiento en un extremo, en el otro la estatua ecuestre del ilustre D. Diego de Almagro y flanqueada por soportales de columnas de piedra y vigas de madera las casas con amplios ventanales pintados en color verde dándole al espacio una armonía y paz para la vista.

Muy bien empedrada. Consévenla.

Es un lugar precioso, lleno de encanto donde se representaban y aún hoy se representan las mejores obras de teatro de nuestros clásicos.

Al fondo, el edificio color ladrillo en el que actualmente se ubica una oficina del Servicio Público de Empleo, fue, por lo menos una parte del mismo, la residencia que de los Grandes Maestres de la Orden de Calatrava, de la que Almagro era la capital de su extenso territorio; el poder y riqueza de esta Orden posibilitó el establecimiento de importantes familias castellanas que construyeron sus palacios y viviendas en un estilo y con una belleza que enamoran a quien visita Almagro.

Me encanta el teatro