Aquí do silencioso
Corre el blando Guadiana cristalino
Sin azotar ruidoso
Las
piedras de
camino,
O encanecen de espuma la ribera.
Tan manso, que creyera
Cualquier que lo mirase
Que, estancadas sus
aguas, no se mueve,
O de su curso leve
La fija dirección equivocase:
Aquí que la espesura
De los fresnos y arbustos enlazados
Mantiene la frescura,
Y ajenos meneados
Al dulce soplo del calmoso viento,
Nos llaman al contento
Del blando meditar, placer süave
Que el alma melancólica y sensible
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