Es emblemático el contenido de esta vista, hermosa plaza, sitio de reuniones, sobre todo en las noches veraniegas, contenido de parte de la cultura de un pueblo y desde donde parten grandes esencias de esas habladurias que nos conducen de alguna manera hacia lo bueno y lo menos bueno. Avalando, poderoso y majestuoso, el bonito edificio, adquirido con gran acierto, rehabilitada su fachada, conservando en gran parte su original estilo para adaptarlo y actualmente ocupado, desde hace aproximadamente treinta años por la Casa Consistorial, habilitada en su interior con espaciosos departamentos. A buen seguro que Don Quijote y Sancho, se sentirían orgullosos de la inconfundible imagen de esta fotografía, como una plaza respresentante de la honorabilidad y dignidad símbolos auténticamente manchegos.