Se comenzó a construir en 1542, por Juan de Ornero. En 1587 la obra es encomendada al maestro cantero Juan de Rigos, quien la debía finalizar en seis años. La Iglesia de San Juan Bautista se incluye en el grupo de las iglesias columnarias, tipología que aúna la tradición gótica con los aires renovados del Renacimiento italiano. En planta se presenta como un rectángulo de 58 m de longitud por 20 m de anchura, dividido en tres naves, la central doble de ancha que las dos laterales. Se aprovecha la anchura de los contrafuertes para crear un doble cuerpo de capillas que no dejan de ser un ancho arco de refuerzo. En alzado, los elementos sustentantes son los pilares circulares que dan lugar a la tipología de columnarias, pilares circulares sobre zócalo basa, fuste liso y capitel con faja decorativa de vegetación espinosa propia del s. XVI, donde se recogerán los distintos nervios de las bóvedas.