También a las nubes les gusta calentarse y broncearse con los rayos del sol recogiendo vitaminas para enriquecer y fortalecer a los
árboles donde ellas descargue el
agua en forma de
lluvia para que el
árbol pueda proporcionar el oxigeno tan necesario en la vida animal. Quien quema un árbol algo suyo y propio quema, su propia vida, su existencia.