Se acerca la semana santa. Recuerdo que en los años sesenta se tapaba con unas cortinas moradas todo el altar mayor y las campanas dejaban de sonar su badajo no servía para nada era sustituido por la "matraca" que se iba por la calle tocándola los "monaguillos" anunciando si era la hora de "misa", "rosario", "viacrucis" u otro algún evento religioso. Esto es lo que ocurría en aquello pueblos pequeños donde nadie te enseñaba otra cosa. En las grandes capitales no se sabia lo que pasaba, por ejemplo... Hay veces que mas vale estar en soledad como esta ramita, que mal acompañado, siempre me valí por si solo. Tierra preparada para la siembra