Santa Julita nació en Iconia, hoy Cogni, capital de Licaonia. Se caso con un caballero de la primera calidad, como correspondía a su nobleza. Se quedó viuda con veintidós años, con un hijo llamado San Quirico que todavía estaba en la cuna. Una vez viuda su principal atención fue criar al niño Quirico en la fe cristina. Cuando el niño tenia tres años, los emperadores Diocleciano y Maximiano publicaron un cruel edicto contra los cristianos, para exterminarlos en todo el imperio.