Hace un tiempo que este árbol ya no existe, no se si acabó cayendo hacia el río y lo cortaron, o si alguien decidió cortarlo porque molestaba, yo se que una de las veces que regresé al pueblo el árbol ya no estaba y me dio pena no ver el pobre árbol.
Destruir un árbol es destruir nuestra propia vida, por eso hay que mimarlos.