En el dos mil seis la torre de la iglesia tenia el campanario viejo tapado, de esto hace nada y menos, hace poco más de once años. Esto al parecer hay que estarlo recomponiendo cada poco tiempo y, el tejado que veo parece de pizarra. Claro estos edificios tan antiquísimos el día que se caigan, no habrá quien los levante, además que no somos los dueños de ellos, se apropió el clero de ellos, suerte tenemos que no son ricos y van enarbolando la bandera de la pobreza. Ya en la época de Isabel II hubo que retirarle sus riquezas con la ley de Mendizábal. Cada cual cuenta la feria como le va.