Era otro tiempo cuando don Quijote campaba a sus anchas por estas tierras de Castilla la Nueva; deshaciendo tuerto y retuertos agravios, si viera como está su tierra resucitaría otra vez. Ancha es Castilla, amigo Sancho, también la Mancha es Castilla, después de haber pasado tanto tiempo; amigo Sancho, la Mancha de España siempre estuvo en el medio, pese a que pasó muchísimo tiempo, las famosas espadas siempre fueron de Toledo, para ajusticiar a enemigos y mangante que posiblemente no seremos capaz de limpiar la mancha ni con afanes ni perdones de lo que hicimos en este precioso mundo. Si, si amigo Sancho no es posible limpiar esta panda de escribanos, filólogos, filósofos, teólogos y legistas que participan con la escritura pública de maleantes leyes, que no se pueden limpiar ni con mi lanza ni con la espada de don Quijote.