Cuando era joven tenia doce años vi como reparaban la rueda de un carro viejo que tenía mi padre, Andrés el aperador, realizó la pinas de la rueda en madera de encina, las pinas y radios que se encontraban en mal estado de la rueda del carro, vi como en la fragua de la herrería el herrero que se llamaba Joaquín como colocaron la llanta de hierro en la rueda. Para ello en el corral de la herrería colocaron leña alrededor de la llanta prendieron fuego a la leña y el hierro o acero comenzó a calentarse harta que coloreaba un poco al rojo, fue entonces cuadro tres hombres con tenazas de herrero debidamente repartidos atraparon la llanta al rojo y la colocaron encima de las piñas de madera y el calor del acero quemaba la madera y la llanta se acomodaba alrededor de toda la rueda y antes de terminar de enfriarse la llanta mediante golpes de martillos proporcionados por el herrero colocó debidamente la llanta de la rueda y cuando estuvo a gusto del herrero y el aperador, fue cuando rociando agua sobre la llanta y las pinas de madera enfriaron así el acero a la vez que refrescaban las pinas de madera que continuaban haciendo humo. Entonces comprendí que al enfriarse el acero se encogió por aquello de la dilatación y quedaron todas las pinas de la rueda bien comprimidas y la rueda en perfecto estado de servicio como así fue y comprobé yendo a sacar con aquel carro las mi-eses del campo para llevar a la era y poder después hacer la trilla y limpieza, separar el grano de la paja.
Pasaron los años y el Estado prohibió la circulación de los carros por las carreteras aquellos que tenían ruedas con llantas de acero por aquello de que dañaban el asfalto, autorizando a circular aquellos que llevaban ruedas con cubiertas de goma, a partir de ahí se hace la transformación en los carros acoplando ejes con ruedas de goma, que aún se utilizaban en el campo y en el transporte por carreteras de mercancías al "porte" de un pueblo importante a los cercanos de la zona de menor importancia. También se usaba el transporte de alimentos comestibles como la sandia, el melón, tomate, pepino, pimiento y otros muchos productos; hasta que más tarde se mecaniza el transporte actual de estas mercancías y es llevado mediante el uso furgonetas y camiones a los lugares de abastecimiento.
Es la gran importancia que tienen estas carretas sean o no las carretas de san Isidro patrón de Argamasilla de Calatrava. Es mantener vivas las costumbres de nuestros mayores que hoy ni siquiera se encuentran a nuestro lado. Es de buen hacer que permanezca viva la fiesta de las carretas del pueblo de las rabaneras/os.
Pasaron los años y el Estado prohibió la circulación de los carros por las carreteras aquellos que tenían ruedas con llantas de acero por aquello de que dañaban el asfalto, autorizando a circular aquellos que llevaban ruedas con cubiertas de goma, a partir de ahí se hace la transformación en los carros acoplando ejes con ruedas de goma, que aún se utilizaban en el campo y en el transporte por carreteras de mercancías al "porte" de un pueblo importante a los cercanos de la zona de menor importancia. También se usaba el transporte de alimentos comestibles como la sandia, el melón, tomate, pepino, pimiento y otros muchos productos; hasta que más tarde se mecaniza el transporte actual de estas mercancías y es llevado mediante el uso furgonetas y camiones a los lugares de abastecimiento.
Es la gran importancia que tienen estas carretas sean o no las carretas de san Isidro patrón de Argamasilla de Calatrava. Es mantener vivas las costumbres de nuestros mayores que hoy ni siquiera se encuentran a nuestro lado. Es de buen hacer que permanezca viva la fiesta de las carretas del pueblo de las rabaneras/os.