En su término municipal son frecuentes los vestigios arqueológicos que acreditan el doblamiento de sus tierras desde la edad del bronce.
De la época
romana se han encontrado numerosas monedas acuñadas en diferentes municipios hispano-
romanos, muchas de ellas al extraer los cimientos de la
ermita de
San Bartolomé, situada en lo que llaman el “Pedazo del
Santo”, a la espalda del actual
cementerio. Entre las más legibles hay una que procede de Clunia (Coruña del Conde) y otra de Calagurris (Calahorra). Otras han sido halladas en el sitio llamado la Halconera y extramuros de la población, en el Paluzar. También hay restos en el Castillejo, cerro Lucero, Peña el Miradero, el Hituro
El nombre de Ballesteros aparece por primera vez entre las que formaban parte de la Encomienda Mayor de Calatrava en el año 1117.
En las Relaciones Topográficas de Felipe II de 1575 se hace mención de que los
edificios antiguos que en el término hay son: el Castillar, Peña el Miradero y el Hituro, que tienen
señal que en otros tiempos fueron atalayas. Ballesteros como toda la zona de Calatrava, pertenecía al Califato de
Córdoba, pasando a depender en el siglo XI de
Toledo, cristianizándose en el XII con la reconquista.
Patria chica de San Fernando de Ayala.