Que gracia me da, ver la Semana Santa en mi pueblo, nadie se ha preguntado en que se ha convertido, da pena que unas fiestas como las nuestras se esten SEVILLANIZANDO y estemos perdiendo nuestra identidad castellana. Es un espectaculo que roza lo bulgar y absurdo, ver al bolañego de toda la vida hablar en andalud, utilizar terminos que ni ellos saben lo que significa además intentando reflejar una fé que ni ellos se creen es gracioso yo no veo diferencia entre el desfile de carnaval y una Semana Santa disfrazada de procesiones sevillanas.