LOS CALORES MANCHEGOS DE CALZADA DE CALATRABA
Estos calores feroces
que van la piel abrasando,
aturden hasta las voces
cuando se van calentando.
Sin dejar lugares fríos
y quemando los rastrojos,
se secan hasta los ríos
mientras te dañan los ojos.
Calzada de Calatrava
manchega de pura cepa.
Sierra Morena la clava
para que siga allí quieta.
El Sol marcando su fuerza
por los caminos manchegos,
parece que aquí se esfuerza
para que broten los riegos.
Los sudores de testigos
hacen duros los veranos,
hablan de viejos castigos
para los seres humanos.
Entre ilusiones pensadas
y los calores presentes,
se hacen duras las andadas
entre pasos penitentes.
Sentir La Mancha con brisas
en las tardes calurosas,
es vivir entre sonrisas
mientras alabas las rosas.
Calzada tiene su ritmo
que conoce sin temores,
y el calor no es un abismo
ni debe matar amores.
Calatrava de misterios
en la dura Reconquista,
batallas con signos serios
que se pasaron revista.
G X Cantalapiedra.
Estos calores feroces
que van la piel abrasando,
aturden hasta las voces
cuando se van calentando.
Sin dejar lugares fríos
y quemando los rastrojos,
se secan hasta los ríos
mientras te dañan los ojos.
Calzada de Calatrava
manchega de pura cepa.
Sierra Morena la clava
para que siga allí quieta.
El Sol marcando su fuerza
por los caminos manchegos,
parece que aquí se esfuerza
para que broten los riegos.
Los sudores de testigos
hacen duros los veranos,
hablan de viejos castigos
para los seres humanos.
Entre ilusiones pensadas
y los calores presentes,
se hacen duras las andadas
entre pasos penitentes.
Sentir La Mancha con brisas
en las tardes calurosas,
es vivir entre sonrisas
mientras alabas las rosas.
Calzada tiene su ritmo
que conoce sin temores,
y el calor no es un abismo
ni debe matar amores.
Calatrava de misterios
en la dura Reconquista,
batallas con signos serios
que se pasaron revista.
G X Cantalapiedra.