HITORIA DE
CAÑAMARES Y DE
SANTA MARIA
CAÑAMARES
El poblado de cañamares aparece por primera vez en el pleito con Alcaraz, en 1243, siendo adjudicado a la Orden, y constando que entonces tenia
iglesia abierta. Posteriormente, en 1468, Figura tenia quince vecinos y era de
Montiel también hay referencia de figurar en la concordia entre el Arzobispo de
Toledo y la Orden, en 1245, y de habérsele concedido un ejido por parte del concejo de Montiel el 25 de febrero de 1461,
En 1575, tenia 20 vecinos, su iglesia estaba consagrada a Nuestra Señora de los los Mártires, y hacia la parte del mediodía, nacía un arroyo en la
fuente somera hace dos siglos, en 1747, figura nombrado como el despoblado de Cañamares y en 1773, parece que estaba formado por solo 13
casas de vecinos de
Villahermosa, por lo que lo titulaban la villa despoblada.
A principios del XIX consta que era una aldea de Villahermosa, con 387 habitantes; que su nombre procedía de la abundancia de cáñamo, que se cultivaba en las vegas de los arroyos que lo circundaban, por lo que dichos terrenos se medían por fanegas de cáñamo, mucho más pequeñas, que su
parroquia estaba dedicada a
San Urbano Papa, y que era encomienda de la Orden, unida a
torres valiendo 7464 reales su renta a mediados de siglo, su población había descendido a 250 habitantes.
Probablemente, tubo términos independientes cuya mojonera señalan algunos documentos, pero posiblemente paso a ser aldea de Villahermosa después de hacerse Villa esta; el
río del mismo nombre que pasa por sus inmediaciones es uno gajos de los Azuer, y hasta su junta mide 48 Km.
La encomienda de Torres y Cañamares empieza a figurar en 1409, cuando el 33º Maestre de la Orden Don Lorenzo Suárez de Figueroa y sus vienes, estaban radicado en ambas aldeas, hoy la segunda depende de Villahermosa, en la que poseía la iglesia de Nuestra Señora de los Cañamares, con sus alhajas y ornamentos para el culto, la
casa encomienda, de 12 varas de larga por 4 de anchas, y un cuarto solar a espaldas de la parroquia, en la discreción de limite del terreno sujeto a diezmo dependiente de la encomienda de Villahermosa, se hace frecuentes alusiones a la desmedía de Cañamares, lo que hace suponer que esta contaba con un término a efectos decimales, hoy integrado en el de Villahermosa.
En torres también tenia su parroquia descrita en esta aldea con ornamentos; en los dos lugares tenia los diezmos, parte de los cuales eran redondos y sin terzuelo, y parte, normales y otro reducidos a solo un tercio, pues se repartían con el arzobispo y la mesa maestral; mas dos hazas en torres antes también poseía la dehesa de la Felgera, en término de Infantes, y otras herencias, y los derechos del yantar, penas de cámara y el pedido, que ya no se cobraba; en la vista de 1478 se valoran los diezmos de todos granos en 400 fanegas; los de vino, en 150 arrobas; el arriendo de una dehesa, en 1800 maravedíes; en 3500 maravedíes valoran el diezmo de pollos; el de
ganado lanar y cabrío en 30 reses y cinco arrobas de lanas; el diezmo de la dehesa de concejo, en 400 maravedíes; los diezmos menudos, en 200 maravedíes; los de caballería en otros 200 maravedíes; la martiniega en, 100 maravedíes; en de soldadas de los viñadores desde San Juan a San Miguel, otros 100 maravedíes; el arriendo del
horno de Torres en 200 maravedíes; el diezmo del cáñamo, en cuatro arrobas; el del queso, en dos arrobas; el soto de Torres, el mejor dezmero de torres en 2000 maravedies; un censo sobre el
molino de los Perales en Montiel, 350 maravedíes, y el molino de la dehesilla de Torres que renta 15 maravedíes; en las valoraciones de principios del XIX no viene, era la más reducida entre las del
campo de Montiel.
SANTA MARIA
Entre los lugares reclamados por Alcaraz, como pertenecientes a su jurisdicción, y confirmados como de la Orden de Santiago por el rey Fernando II en 1243, figura este de Santa Marina, ya poblado y con iglesia en dicha época así mismo consta que seguía poblado en el siglo XV, pero pudo despoblarse más tarde, en época incierta, volviéndose a habitar alrededor de un eremitorio reedificado por franciscanos; tal vez entonces pudiera provenir el cambio de su nombre por el de SANTA MARIA, como ahora es conocido, siendo aldea dependiente de Villahermosa, así como su vecino Cañamares, las cuales antes tuvieron su término independiente; esta situada junta al nacimiento del río Cañamares, y sobre un antiguo
camino nombrado como el de los
carros o de
alicante, por lo que debió estar poblada por antiguas civilizaciones, como también atestiguan hallazgos neolíticos.
En 1970 tenia 15 casas con 32 habitantes.