Yo no soy de la aldea, pero casi como si lo fuese ya. Al año suelo ir un par de veces y la verdad es que es una maravilla, la tranquilidad que hay en ella no la encuentras en ningun otro lugar y encima no pagas dinero por disfrutar de ella, es gratis. A mi particularmente me fué muy positivo el estar allí preparando una oposición, todo era concentración, de ahí que mi vida cambiase a tener una gran estabilidad tanto laboral como económicamente. He visto anteriormente que hay cierta persona que parece ser que le incomoda el que vivan en la aldea esas seis personas, a eso le llamo yo, el no estar tranquilo en su vida porque ellas viven allí y el no, y otra se llama, ENVIDIA. Desde aquí quiero mandar un saludo a Bartolo y su mujer, a Juan Pedro, a Ramoncito y al cartero de Cañamares Ramón, ellas, como muchas otras hacen que la aldea se mantenga en pie y tenga vida. Un saludo y hasta San Urban si todo va bien.Saludos.
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