Puerta de
Toledo. De estética musulmana fue construida sin embargo por orden de Alfonso X en el marco de la
muralla de la nueva población con la que quería hacer notar el poder real en una zona dominada por la orden de Calatrava y con la amenaza musulmana relativamente cerca. Es la única cosa, puerta o muro, que sobrevive del recinto fortificado (y eso que eran casi 4,5 kilómetros) y en términos patrimoniales se le tiene mucho cariño.