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Ya se acerca la Navidad ¡¡BIEN!!. Todo el mundo felices, contentos y queriéndonos mucho por Real Decreto.
¿Por qué será que yo tengo la sensación de que el mundo sigue girando al mismo ritmo que los días previos y posteriores, y que el universo no tiene ni idea de que en un planeta insignificante, llamado Tierra, unos homínidos, también insignificantes, han decidido que ésta es la fiesta del amor, la paz y la armonía?
Debe ser porque una tiene ciertos conocimientos y sabe del origen pagano de esta festividad, que se remonta a los orígenes de la historia cuando se celebraba el comienzo del solsticio de invierno y el nacimiento del Dios solar. Esto fue, habilmente, adaptado por el cristianismo a sus intereses; como otras muchas celebraciones.
Debe ser, también, por la transformación que han hecho las multinacionales de esta fiesta religiosa en una fiesta exclusivamente consumista; pero de un consumismo feroz. En un mundo en el que el 20% de la población, los que componemos el primer mundo, consumimos el 80% de los recursos del planeta. ¡¡¡VERGONZOSO SENCILLAMENTE!!!
¿No sería conveniente replantearnos un montón de cosas, entre ellas la Navidad?
No obstante, y dicho lo dicho, os deseo a todos ¡PAZ, AMOR Y FELICIDAD!, pero no sólo en estos días sino todos los días del año.
¡Ah, y que comais muchos turrones y bebais mucho cava (que está riquísimo)!
G.L.G.
¿Por qué será que yo tengo la sensación de que el mundo sigue girando al mismo ritmo que los días previos y posteriores, y que el universo no tiene ni idea de que en un planeta insignificante, llamado Tierra, unos homínidos, también insignificantes, han decidido que ésta es la fiesta del amor, la paz y la armonía?
Debe ser porque una tiene ciertos conocimientos y sabe del origen pagano de esta festividad, que se remonta a los orígenes de la historia cuando se celebraba el comienzo del solsticio de invierno y el nacimiento del Dios solar. Esto fue, habilmente, adaptado por el cristianismo a sus intereses; como otras muchas celebraciones.
Debe ser, también, por la transformación que han hecho las multinacionales de esta fiesta religiosa en una fiesta exclusivamente consumista; pero de un consumismo feroz. En un mundo en el que el 20% de la población, los que componemos el primer mundo, consumimos el 80% de los recursos del planeta. ¡¡¡VERGONZOSO SENCILLAMENTE!!!
¿No sería conveniente replantearnos un montón de cosas, entre ellas la Navidad?
No obstante, y dicho lo dicho, os deseo a todos ¡PAZ, AMOR Y FELICIDAD!, pero no sólo en estos días sino todos los días del año.
¡Ah, y que comais muchos turrones y bebais mucho cava (que está riquísimo)!
G.L.G.