En plena temporada de aceituna y para dar ánimo a los paisanos que la sufren, quiero dedicarles este poema:
EL OLIVAR
Jardines homogéneos y uniformes
de color verde grisáceo y aceituna,
morada de mujeres y de hombres
desde el sol varonil hasta la luna.
De la aldea del Tamaral al río se tiende
como un ejército ejemplar y bien formado,
de mantos rubios y morenos en el vientre
y de manos y espuertas plateados.
Hileras numerosas se encadenan
construyendo el hogar, el pan diario,
que borran con su fruto hambre y penas
¡Es el olivar, abundante y centenario!
En sus brazos brillan luces y renace
cada día el presente y el mañana,
de las manos y las bocas es el cauce,
del edén particular son las manzanas.
Se ordena en concierto y geometría
y se colma de círculos colgantes
que se asoman de las ramas a la vida
llenando bocas de agonía amenazantes.
Al amanecer van las procesiones
de hombres y mujeres al sustento,
a hacer el pan entre piedras y terrones,
entre las ramas del olivo, el alimento.
El olivar se acerca al mundo, el olivo
erecto hacia los cielos y lozano
baja sin límite, noble y cautivo
del valor de su fruto y de lo humano.
SABAS
EL OLIVAR
Jardines homogéneos y uniformes
de color verde grisáceo y aceituna,
morada de mujeres y de hombres
desde el sol varonil hasta la luna.
De la aldea del Tamaral al río se tiende
como un ejército ejemplar y bien formado,
de mantos rubios y morenos en el vientre
y de manos y espuertas plateados.
Hileras numerosas se encadenan
construyendo el hogar, el pan diario,
que borran con su fruto hambre y penas
¡Es el olivar, abundante y centenario!
En sus brazos brillan luces y renace
cada día el presente y el mañana,
de las manos y las bocas es el cauce,
del edén particular son las manzanas.
Se ordena en concierto y geometría
y se colma de círculos colgantes
que se asoman de las ramas a la vida
llenando bocas de agonía amenazantes.
Al amanecer van las procesiones
de hombres y mujeres al sustento,
a hacer el pan entre piedras y terrones,
entre las ramas del olivo, el alimento.
El olivar se acerca al mundo, el olivo
erecto hacia los cielos y lozano
baja sin límite, noble y cautivo
del valor de su fruto y de lo humano.
SABAS