He releido mi post y no acierto a encontrar ese pesimismo que me achacais... Intento aportar objetividad y realismo, destaco los valores positivos del Hoyo, propongo soluciones a los puntos débiles y añado una alternativa a la consabida "casa rural". Me parece una forma constructiva de abordar el tema.
Desde luego resulta mucho más sencillo -y quizás hasta más agradecido- decir:!ánimo valientes!, olvidando que con ilusión no se pagan las facturas... Y aunque es cierto que para emprender cualquier negocio hace falta ilusión, no lo es menos que para tener éxito en ello hace falta algo más...
Sea como sea puedo estar equivocado. Para salir de dudas hay dos pruebas sencillas que nos pueden ayudar a aclarar la cuestión:
a) Preguntar por la rentabilidad de las casas rurales en nuestro entorno más inmediato: Solana del Pino y Mestanza. Compartimos los mismos puntos fuertes y tenemos las mismas debilidades. Nada más sencillo para el que quiera saber que preguntar, y no sólo por los resultados económicos sino también por si tenían ganas e ilusión cuando empezaron, si recibieron muchos ánimos y consejos para lanzarse y sobre todo si han hecho algo innovador, diferente a los demás.
De ahí saldrá nuestra primera conclusión: Si siempre haces las mismas cosas ¿porqué esperas un resultado diferente?
b) El segundo ejercicio -para los interesados en el tema- será buscar cuantas grandes o medianas empresas se dedican al turismo rural. ¿Hay cadenas de casas rurales? ¿Porqué no han entrado las multinacionales -tan ávidas de ganar dinero- hay en el sector?
La segunda conclusión será ¿qué secreto conozco yo que los demás ignoran?
Y ya "fuera de carta" nos podremos preguntar ¿porqué se subvenciona una actividad tan supuestamente rentable para algunas personas (bien informadas, supongo yo) como el turismo rural?
Si ya lo sé, soy un pesimista.
(Mingote decía: "un pesimista es un optimista bien informado")
Desde luego resulta mucho más sencillo -y quizás hasta más agradecido- decir:!ánimo valientes!, olvidando que con ilusión no se pagan las facturas... Y aunque es cierto que para emprender cualquier negocio hace falta ilusión, no lo es menos que para tener éxito en ello hace falta algo más...
Sea como sea puedo estar equivocado. Para salir de dudas hay dos pruebas sencillas que nos pueden ayudar a aclarar la cuestión:
a) Preguntar por la rentabilidad de las casas rurales en nuestro entorno más inmediato: Solana del Pino y Mestanza. Compartimos los mismos puntos fuertes y tenemos las mismas debilidades. Nada más sencillo para el que quiera saber que preguntar, y no sólo por los resultados económicos sino también por si tenían ganas e ilusión cuando empezaron, si recibieron muchos ánimos y consejos para lanzarse y sobre todo si han hecho algo innovador, diferente a los demás.
De ahí saldrá nuestra primera conclusión: Si siempre haces las mismas cosas ¿porqué esperas un resultado diferente?
b) El segundo ejercicio -para los interesados en el tema- será buscar cuantas grandes o medianas empresas se dedican al turismo rural. ¿Hay cadenas de casas rurales? ¿Porqué no han entrado las multinacionales -tan ávidas de ganar dinero- hay en el sector?
La segunda conclusión será ¿qué secreto conozco yo que los demás ignoran?
Y ya "fuera de carta" nos podremos preguntar ¿porqué se subvenciona una actividad tan supuestamente rentable para algunas personas (bien informadas, supongo yo) como el turismo rural?
Si ya lo sé, soy un pesimista.
(Mingote decía: "un pesimista es un optimista bien informado")