Quienes conocíamos a Carlos sabemos cómo era y cómo pensaba. Por ello he extraído unas palabras de San Agustín de Hipona sobre la muerte, que se podrían poner perfectamente en boca de Carlos, sencillamente porque él era así, su forma de ser y de pensar estaban muy en consonancia con ellas.
LA MUERTE NO ES EL FINAL (San Agustín)
"La muerte no es nada. Yo sólo me he ido a la habitación de al lado. Yo soy yo, tú eres tú. Lo que éramos el uno para el otro lo seguimos siendo. Llámame por el nombre que me has llamado siempre, háblame como siempre lo has hecho. No lo hagas con un tono diferente, de manera solemne o triste. Sigue riéndote de lo que nos hacía reir juntos. Que se pronuncie mi nombre en casa como siempre lo ha sido. El hilo no está cortado. ¿Por qué estaría yo fuera de tu mente? ¿Simplemente porque estoy fuera de tu vista?. Os espero. No estoy lejos, sólo al otro lado del camino...".
Todos sabemos que VIVES...
VIVES en todo lo que levantaste y aún sigue en pie.
VIVES en la mirada de tus hijos, que hablan constantemente de ti.
VIVES por nuestras calles desiertas que fueron escenario de juegos infantiles y de tantas serenatas en las cálidas noches de verano.
VIVES por nuestros huertos abandonados hoy, que fueron auténticos vergeles ayer.
VIVES por algún que otro horno de barro, ya con el único olor a soledad.
VIVES por nuestros cerros (La Cabañuela, Casilla-Juana, San Ildefonso...) con sus jarales vestidos de blanco y lágrimas en púrpura.
VIVES en nuestro corazón, porque te puedo asegurar que no has muerto, ya que "la verdadera muerte es el olvido" y no te hemos olvidado.
Tu amigo siempre
SABAS
LA MUERTE NO ES EL FINAL (San Agustín)
"La muerte no es nada. Yo sólo me he ido a la habitación de al lado. Yo soy yo, tú eres tú. Lo que éramos el uno para el otro lo seguimos siendo. Llámame por el nombre que me has llamado siempre, háblame como siempre lo has hecho. No lo hagas con un tono diferente, de manera solemne o triste. Sigue riéndote de lo que nos hacía reir juntos. Que se pronuncie mi nombre en casa como siempre lo ha sido. El hilo no está cortado. ¿Por qué estaría yo fuera de tu mente? ¿Simplemente porque estoy fuera de tu vista?. Os espero. No estoy lejos, sólo al otro lado del camino...".
Todos sabemos que VIVES...
VIVES en todo lo que levantaste y aún sigue en pie.
VIVES en la mirada de tus hijos, que hablan constantemente de ti.
VIVES por nuestras calles desiertas que fueron escenario de juegos infantiles y de tantas serenatas en las cálidas noches de verano.
VIVES por nuestros huertos abandonados hoy, que fueron auténticos vergeles ayer.
VIVES por algún que otro horno de barro, ya con el único olor a soledad.
VIVES por nuestros cerros (La Cabañuela, Casilla-Juana, San Ildefonso...) con sus jarales vestidos de blanco y lágrimas en púrpura.
VIVES en nuestro corazón, porque te puedo asegurar que no has muerto, ya que "la verdadera muerte es el olvido" y no te hemos olvidado.
Tu amigo siempre
SABAS