Soy nieta de Alfonso Rocha, que falleció en Abril.
Mi abuelo amaba su tierra con locura, y pese a que tuvo que emigrar a la zona de
Alicante, en Altea, por trabajo, su sueño siempre fué volver a su
pueblo y poder vivir con su
familia allí, haciendo lo que le gustaba:
cazar, cantar flamenco y escucharlo, hablar con sus
amigos y vecinos, disfrutar de sus raices, de los
colores, sabores y aire de su pueblo.
Mi abuela Isabel lo echa muchísimo de menos, imaginaros 69 años junticos y ahora se ha quedado
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