Es impresionante cada madrugada de viernes
Santo, ver salir por la
puerta del
convento a Jesus, ver a los costaleros con que deboción lo sacan por akella puerta de rodillas, mientras la gente expectante reza sus plegarias, y miran con atencion cada movimiento de ese paso, las trompetas tokan sin parar y los tambores marcan el paso y anuncian al
pueblo esos momentos, por ultimo vemos aparecer el paso de nuestra Soledad con ese
manto negro y esa cara de desolacion que ace que cada año se nos ponga
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